En una sociedad donde el cuerpo se pone en valor, la belleza de la mujer y del hombre en la moda es una belleza "perfecta" y tersa, quiero mostrar los defectos de una carne que no es tersa, no retocada y encontrar una nueva forma de intimidad. , con el cuerpo herido por los acontecimientos de la vida. Este organismo se opone a la representación pública de mujeres y hombres en la moda como objetos de deseo.
La idea inicial era mostrar la carne en todo su detalle, y encontrarla en estado crudo. Al final, cuando estaba fotografiando y me enfrentaba a cuerpos reales que posaban para mí, cambié la forma de fotografiarlos: menos como desolladores y más como fuente de inspiración. Por supuesto, el cuerpo quedó recortado por el marco, pero lo íntimo fue privilegiado. Para mí, el acto de cortar fue una forma de entrar suavemente en el cuerpo y acercarnos a ese espacio íntimo que nunca alcanzamos.